Tras una década de trabajo en la industria tecnológica de Seattle, rodeado de personas altamente intelectuales, amigables y con habilidades excepcionales en roles como ingenieros, diseñadores, CEOs y doctores, colaborando en proyectos de alto perfil con gigantes como Google, Nintendo y Amazon, he llegado a una reflexión profunda:
🫧 Vivía en una burbuja perfecta, donde la felicidad y el respeto reinaban 🫧
Sin embargo, decidí abandonar esa burbuja para aventurarme en el mundo del emprendimiento. Hoy, como YouTuber y CEO de academia-x.com, puedo afirmar que, si bien he experimentado mejoras en mi trabajo, al ser mi propio jefe y gozar de una remuneración más sustancial gracias a un negocio exitoso, también enfrento una carga horaria más extensa (no abordaré este aspecto en este blog) y me he confrontado con la realidad de la vida real, que de alguna forma me recuerda a mis debates con otros chicos cuando era estudiante de colegio con falta de desarrollo personal en varias áreas.
En este artículo, compartiré lo que he aprendido de manera sencilla y concisa, especialmente dirigido a aquellos que están construyendo su presencia en línea, y también como un recordatorio personal sobre cómo abordar esta situación.
Los Dos Extremos
Mi entrada al mundo del emprendimiento en línea y mi presencia en redes sociales me han expuesto a dos extremos.
Por un lado, he encontrado seguidores que aprecian mi trabajo de una manera que son tan agradecido que podría inflar demasiado mi ego 😅 (nota: este es un chiste pero es el año 2023 así que debo clarificarlo) y con su amabilidad me animan a seguir creciendo y mejorando. A ellos les debo mi continuación en esta labor. 🙇♂️ Por otro lado, existen comentarios provenientes del lado más oscuro de la sociedad, que incluyen amenazas, insultos, odio y desprecio absoluto hacia mi trabajo.
En los últimos tres años, los mensajes de este segundo tipo me han llevado a enfrentar algunos de los momentos más difíciles de mi vida en términos de salud mental y darme cuenta que mi trabajo en redes sociales puede llegar a ser altamente tóxico.
En ocasiones, he comenzado el día lleno de emoción tras publicar un nuevo video, solo para encontrarme con comentarios que han devastado mi día e incluso han desencadenado un estado de reflexión negativa que ha perdurado durante días. Esto ha impactado significativamente mi calidad de vida y mi interacción con personas cercanas, incluyendo mi maravillosa esposa, quien no debería cargar con la responsabilidad de lidiar con los efectos negativos de mi trabajo.
No busco compasión en este blog, sino compartir experiencias reales y tomar medidas concretas para evitar que otros pasen por esto. Para personas altamente sensibles, como yo, este tipo de mensajes puede tener un impacto extremadamente negativo en nuestro trabajo y bienestar mental. Y si hay un lado gracioso detrás de esto es que en muchas ocaciones la persona detrás de estos mensajes de odio era un niño de 13 años (al revisar su canal horas después). 🤦♂️
Es crucial que pueda distinguir entre los mensajes de odio generales, aquellos de odio personal y opiniones divergentes. Mi enfoque es encontrar soluciones simples a los problemas, y en este caso, la solución que ha funcionado para mí es la siguiente:
Primer paso
Como ingeniero, abordaré este problema de manera técnica, dejando de lado las emociones. El problema en sí radica en que los mensajes de odio consumen tiempo y energía que podría emplear de manera más productiva, ya sea ayudando a mis estudiantes, mejorando Academia X o enfocándome en lo que realmente importa. La solución es sencilla: ignorar a la persona y evitar responder.
Mi experiencia me ha enseñado que casi el 100% de los mensajes negativos a los que he respondido han desencadenado respuestas aún más hostiles, intentos de explicación infructuosos o largas conversaciones que consumen mi tiempo de manera negativa. Esto ha ocurrido en innumerables ocasiones.
Segundo paso
Opiniones divergentes: En algunos casos, puedo responder a mensajes que expresan opiniones divergentes, siempre con habilidades interpersonales elevadas y terminando con gratitud por compartir su punto de vista.
Mensajes de odio generales: Los mensajes de odio generales incluyendo racismo, xenofobia, homofobia, sexismo, islamofobia, supremacia blanca, extremismo religioso, nacionalismo étnico entre otros no serán tolerados, y los usuarios que los emitan serán denunciados ante la plataforma y bloqueados de inmediato.
Mensajes de odio personales: En cuanto a los mensajes de ataques personales (sin conocerme en persona y asumiendo sobre la intención de mis videos) incluyendo difamación, calumnia, injurias, acoso cibernético serán reportados como bullying o misinformation en distintas plataformas. Esto incluye insultos o términos despectivos como «vendehumos,» «engañabobos,» «estafador,» «narcisista», «ególatra», «arrogante», «soberbio», «egotista», «amarillista», entre otros.
Tomar la decisión de ignorar a quienes emiten ataques personales es complicada, dado que existe una fuerte motivación interna para responder y explicar mis razones. Sin embargo, he observado que esto solo genera más problemas. Incluso el último mensaje que me impulsó a escribir este blog desencadenó una intensa discusión, simplemente porque la persona me amenazó con dejar de seguirme y yo respondí, explicando mi experiencia en grandes empresas. Esto derivó en un debate sobre mi supuesto egocentrismo.
Aunque inicialmente me considero un defensor de la libertad de expresión, hay mensajes que afectan gravemente mi tiempo y bienestar mental, y la inteligencia radica en evitar caer en la provocación.
En mi perspectiva, considero que mi negocio en línea debe ser tratado como si fuera una tienda o mi propio hogar. Si invito a las personas a mi espacio y comparto conocimiento y experiencias de manera positiva, recibir amenazas e insultos que afecten mi salud mental debe ser abordado de manera seria, tal como lo haría en un entorno físico. Este enfoque puede variar según el tipo de emprendimiento, pero en mi caso, como maestro de programación en línea, comparto conocimiento, ofrezco un servicio y busco fomentar un ambiente amigable. He trabajado arduamente y he estudiado a lo largo de mi vida para alcanzar mi nivel de experiencia, por lo que recibir odio de personas que me han objetivado es algo que no debería formar parte de mi trabajo.
He pensado en incluir en este blog respuestas a las preguntas más frecuentes que plantean aquellos que critican mi trabajo, junto con alternativas. Esto me permitiría explicar mi razonamiento de manera eficiente y simplemente compartir el enlace en futuras interacciones. Sin embargo, he decidido no seguir este camino, ya que sé que solo provocaría una serie interminable de debates. Como dice el viejo refrán: «Los haters siempre odiarán», por lo que dedicar mi tiempo a tratar de cambiar su opinión sería un uso ineficaz de mi tiempo.
Como compensación, elijo priorizar la positividad de mis estudiantes, mi bienestar mental y el uso efectivo de mi tiempo, en lugar de intentar educar a aquellos que emiten odio, lo cual escapa al alcance de mi labor. Por esta razón, elijo de manera consciente mantenerme en una burbuja no tóxica. Continuaré viendo estos mensajes, pero también seré capaz de identificar a las personas que los emiten, adoptando una actitud de indiferencia hacia dichos individuos y sus acciones.